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Guerra y Ejército |
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El Origen de la Segunda Guerra Púnica |
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El Casus Belli de la Segunda Guerra Púnica
Introducción
Uno de los episodios belicos mas paradigmáticos de la antigüedad sin lugar a dudas es la II Guerra Púnica, este conflicto medirá las fuerzas de las dos potencias del Mediterráneo Occidental de la época, marcando el final de un periodo y el inicio de otro. A partir de este periodo el Mediterráneo se va a circunscribir a la historia de Roma, y los designios de esta ciudad se escucharán por gran parte del mundo antiguo, exportando una forma de ver el mundo y un nuevo modo de vida para el Mediterráneo.
Los inicios de la II Guerra Púnica están íntimamente relacionados con las primera, la victoria romana sobre los Cartagineses, obligarán a estos hacer pago de una cuantiosa indemnización de guerra, a la par que pierden sus territorios de Sicilia y el mediterráneo central, sin contar las pérdidas económica de la guerra en si, que fueron cuantiosas.
Con este panorama tan pesimista obligará a los cartagineses a buscar algún modo alternativo para llevar a cabo una política de expansión y captación de recursos. Sus miras se orientarán hacia occidente, en la península Ibérica. De este modo en torno al 237 a.c se organiza la ocupación púnica de la península Ibérica, el ejercito púnico a mando de Amílcar, acompañado de su yerno Asdrúbal y su hijo Anibal (de solo 9 años) se embarcaron rumbo a Gadir, desde esta base los bárquidas lograron la sumisión de Valle del Guadalquivir, se fundará el asentamiento de Akrá Leuké como centro neurálgico del Imperio Bárquida en Hispania, pero pronto será substituido por Cartago, configurándose con un gran puerto, será la base de operaciones para el control del resto de la península.
En el 226 a.c se establecerá una embajada entre romanos y cartagineses, en el cual se intentaba poner freno a las espiraciones expansionistas de los púnicos en la península, siendo ratificado un tratado entre ambas partes conocido como el Tratado del Ebro. De este modo se fijó el río Ebro como frontera entre las dos potencias. En virtud de los términos del tratado, Cartago no se anexionaría el norte del Ebro, siempre y cuando Roma tampoco lo hiciera al sur del río. En el 221 a.c el hijo de Amilcar, Anibal, será proclamado sucesor y jurará odio a muerte a Roma.
Tensiones con Roma
En 219 a. C. Roma, temerosa de la creciente fuerza de Aníbal en Iberia, firmará una alianza con la ciudad de Sagunto que se encontraba a una distancia considerable al sur del Ebro y reclamó la ciudad como su protectorado, de modo que Roma contaría con una excelente excusa para iniciar una nueva guerra con Cartago. Sagunto es una ciudad costera ibérica, en territorio edetano. Ocupaba una magnífica posición, levantada sobre un cerro a una distancia del mar prudente y a orillas del río Palantia.

Sagunto
Finalmente Anibal llevará a cabo la marcha contra la ciudad, en el 219 a.c asediarán la ciudad, este será un acontecimiento decisivo para la precipitación de la Segunda Guerra Púnica, la ciudad en este momento se encontraba en conflicto con un pueblo vecino, según las fuentes, Turdetanos o Turdoletas (difícil de interpretar) estas rencillas serían aprovechadas por estas dos potencias para dividir la opinión pública de los saguntinos y establecer lazos de protección entre unos y otros,.
El tratado del Ebro da mano libre a Anibal para proseguir la expansión del imperio por la península hasta llegar al Ebro, pero la presencia de Sagunto estorbaba a Anibal, este se hará con el apoyo de los Turboletas, quedando Sagunto sola y desprotegida dentro de un territorio de influencia púnica, la búsqueda de soluciones de sus habitantes propiciará la división interna de estos entre los mas próximo al los púnico o a los romanos. La decisión de esto últimos era recurrir a Roma para asegurar la integridad de los saguntinos, esta decisión obligó a Anibal a tomar la ciudad por la fuerza, este haciendo caso omiso de las embajadas romanas que le advertía a no romper el tratado; de manera que la aislada ciudad pasó a se conquistada. Finalmente la ciudad fue puesta en sitio y tras ocho meses de asedio fue tomada al asalto, Livio nos transmite el valor de los saguntinos y la lucha encarnizada que llevan a cabo por su libertad e integridad. No obstante la ciudad es conquistada y Anibal pone un la ciudad una guarnición, encerrando en la ciudadela rehenes para asegurarse el apoyo o la neutralidad de la s tribus vecinas con vistas a acontecimientos siguientes.
Pero mientras tanto la actitud de Roma es un poco distante, durante el asedio se enviaron embajadas a Cartago con la intención de protestar por este asedio, pero sin obtener ningún resultado, con la caída de la ciudad se envia otra embajada bajo la presidencia de M. Fabio Buteón, presentando al Senado cartaginés un ultimátum: o se entregaban a Roma los responsables del ataque a Sagunto o se declararía la guerra. Realmente la intención de protección de Roma hacia Sagunto no era mas que una excusa para poder combatir abiertamente a Cartago por una cuestión de legalidad, la ruptura simbólica del Tratado del Ebro (pues no es real hasta el momento) da pie a Roma a juzgar a Cartago y reducir a su enemigo, dándole pie a una declaración de guerra. De este modo se declarará la guerra, que será materializado por el desembarco de Cneo Escipión en Ampurias en el 218 a.c. mientras Anibal se dirigía hacia Roma, dándose una de las Guerras mas famosas de la antigüedad
Conclusión
Para los romanos la expansión cartaginesa no era mas que un peligro a su monopolio como potencia occidental, tras la primera guerra púnica el poder cartaginés se resintió en profundidad y no permitió mas que una recuperación con la ocupación de unos nuevos territorios que les otorgaban dos recursos necesarios para ellos, los hombres, que en este caso eran indígenas ibérico, y el dinero que era la plata producida cerca de Cartago. El acuerdo del Tratado del Ebro no es mas que un reflejo de un intento de entendimiento entre dos potencias, una que está en decadencia y teme la actuación de la otra (Cartago) y otra que está en ascensión pero no obstante esta temerosa del progresivo crecimiento de su enemiga (Roma), de este modo ambas llegan a un acuerdo y se aseguran una no intervención de ambas, sin embargo los recelos de las dos les motivará a intentar hacerse fuertes a expensas de la otra, mientras Cartago se quiere recuperar, Roma procurará que no lo haga. El Ebro será una linea simbolica que separará las dos influencias pero sin embargo una y otra potencia intentarán franquearla si no de hecho si de derecho, con esto me refiero al tratado entre Roma y Sagunto. De modo que la urbe del Tiber se considere garante de la libertad.
Este enfrentamiento motivará la declaración de guerra de Roma a Cartago por la que se iniciará la Segunda Guerra Púnica, y esto propiciará a Cartago a emprender campaña hasta la Península Italiana y a Roma le motivará su desembarco en la península Ibérica. Este enfrentamiento conducirá a la derrota de Cartago y a la victoria romana, quedando como potencia única del Mediterráneo Occidental. |
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